martes, 7 de octubre de 2014

Papas aliñás al estilo gaditano

Hablar de un plato típico siempre suele sonar algo complicado. Está claro que hay recetas muy elaboradas que nos hacen acordarnos de dónde hemos estado durante toda nuestra vida. La mezcla de sabores y de sensaciones siempre va a potenciar nuestros recuerdos y hacer que los sintamos muy vivos y muy cercanos.

A veces la nostalgia aparece y querrías volver a probar eso tan rico que comiste aquél día, pero el cocinero de ese restaurante al que fuiste quizás hoy no pueda pasarse por tu casa. ¿Y si te digo que hay una receta típica de Cádiz muy sencillita y con un sabor que te hará sentir que estás en el sur? ¿Y si realmente estás en el sur y además te apetece prepararla en casa, ahora que ya no hace tanto calorcito como para terraza?

¡Pues prepárala con lo que haya!


Papas aliñás al estilo gaditano

Ingredientes (5 tapas ó 2 platos):

- 1/2 kilo de patatas
- 1/2 cebolla mediana
- 1 pimiento verde no muy grande
- 2 latas de atún al natural
- 2 huevos
- Aceite de oliva
- Vinagre de vino
- Sal
- Perejil
- Ganas de comer

Preparación:

Empezaremos poniendo todas las patatas en agua hirviendo, para que se cuezan. El tiempo de cocción varía dependiendo de la cantidad de agua y del tamaño de las patatas, por lo que lo mejor será que vayas pinchando con un tenedor para ver cuándo están en su punto. Es recomendable que no queden demasiado blandas. Al mismo tiempo, pon los dos huevos en una cazuela pequeña con agua hirviendo durante unos 10 minutos contando desde que el agua haya empezado a hervir.

Mientras las patatas y los huevos se cuecen, vamos preparando lo demás: básicamente lo que tendremos que hacer es picar a trozos muy pequeños tanto la cebolla como el pimiento. Y de momento poco más, porque tendremos que esperar de 1 a 2 horas a que lo demás se enfríe. Quita el agua tanto de las patatas como de los huevos y déjalos reposar.

¡Vaya! Qué pronto se han pasado las dos horas. Bueno, pues vamos a quitar la piel a todas las patatas. Una vez hecho, las cortamos en rodajas. Esto es lo ideal, pero no es obligatorio, puesto que dependiendo de lo consistentes, o no, que hayan quedado las patatas, puede que las rodajas se acaben rompiendo al removerlo todo. Las ponemos en una ensaladera o en el recipiente que tengamos que pueda servir.

Añade el pimiento y la cebolla. Abre las dos latas de atún, escúrrelas muy bien y añádelas. Los huevos, cierto. Hay que quitar toda la cáscara y trocearlos para añadirlos también. Llena una cucharadita de café con el perejil picado y espárcela por encima. Añade sal al gusto: media cucharadita puede ser una buena cantidad, pero depende del gusto de cada comensal, o del chef.

El siguiente paso es aliñarlo todo, así que vamos a echar un buen chorro de aceite de oliva. Ve echando un vistazo según como lo quieras, con más o con menos aceite, pero que nunca se vayan a quedar con una textura seca. Normalmente se suele servir con mucho aceite, pero también es algo que depende del gusto, igual que el vinagre: echaremos un chorro abundante de vinagre, pero sin pasarnos.

Remueve y mezcla todo bien, como si fuera una ensalada, pero más suave, para no destrozar las patatas. ¿A que te apetece probarlo? pues no tengas miedo, prueba a ver qué te parece y corrige de sal, aceite o vinagre si lo ves necesario. Lo siguiente: ¡servirlo!

El resultado será algo como esto:




¡Buen provecho!


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